La importancia del sueño en los niños
No es un secreto que el sueño es esencial para la salud y el desarrollo de nuestros niños. El sueño en niños promueve el sentirse alerta, tener buena memoria y tener una mejor actitud, entre otras muchas cosas. Los niños que duermen lo suficiente y bien, se desenvuelven mejor y son menos propensos a problemas de comportamiento e irritabilidad. Es por ello que es importante que los padres ayuden a sus niños a desarrollar buenos hábitos de dormir desde una edad temprana, inculcándoles una rutina bien asentada que permita que nuestros peques obtengan una higiene del sueño ideal para su desarrollo.
Cada niño es diferente y el número de horas de sueño que necesita varía en función de su edad. La siguiente tabla muestra el número aconsejable de horas de sueño, incluyendo siestas, para niños hasta la edad de doce años.
¿Cuánto debe dormir un niño?
- 0 – 2 meses:5 – 18 horas
- 2 – 12 meses: 14 – 15 horas
- 1 – 3 años: 12 – 14 horas
- 3 – 5 años: 11 – 13 horas
- 5 – 12 años: 9– 11 horas
La importancia de las rutinas diarias
La mejor sugerencia para que los niños desarrollen buenos hábitos de dormir es el adoptar una rutina nocturna de vida. Esto les ayuda a mantener incluso el control de su momento de sentir sueño, proveyéndoles de una rutina que les facilita mantener una organización en todos los ámbitos de su vida.
Un ejemplo de rutina saludable para ir a dormir podría ser ésta:
- Una merienda liviana
- Un rato de juego y/o estudio.
- Baño
- Ponerse la ropa de dormir.
- Cena poco copiosa en familia.
- Un rato de conversación en familia.
- Cepillarse los dientes.
- Leer un cuento.
- Una habitación silenciosa y de temperatura agradable.
- Poner el niño en la cama.
- Despedirse y marcharse de la habitación.
Sugerencias para una sana rutina
- Tener una hora fija para irse a la cama todas las noches.
- Hacer que la hora de acostarse sea una experiencia positiva y relajante sin televisión ni juegos de video.
- Mirar televisión antes de irse a la cama puede interferir con la habilidad para dormirse y mantenerse dormido.
- Reservar las actividades relajantes, y no estimulantes, favoritas de su niño para que ocurran en su habitación.
- Mantener el ambiente (por ejemplo, luz y temperatura) constante durante la noche.
Consejos para contribuir a los buenos hábitos de sueño del niño
Estimular al niño para dormirse por sí mismo
Intentar que nuestro niño establezca asociaciones positivas hacia el sueño. La ayuda de los padres no debe ser necesaria para que el niño se duerma. Un niño que se duerme por sí mismo podrá volver a dormirse con más facilidad si se despierta durante la noche. El despertarse algunas veces durante la noche es normal y, en ocasiones, es recomendable dejar al pequeño que él solo vuelva a dormirse, tal como hacemos los adultos.
Dificultar que el niño no pueda volver a dormirse cuando se despierta Nuestra presencia en la habitación del niño cada vez que éste se despierta intensifica la necesidad posterior de la misma para que el niño vuelva a dormirse. Hasta los bebés que se cargan al hombro cada vez que se despiertan aprenden rápidamente a no volver a dormirse por sí mismos. Claro que hay ocasiones cuando la asistencia y el cuidado no deben negarse. Es importante que el niño reciba un mensaje claro y consistente de que la expectativa es que se duerma sin ayuda, sin mostrar completa indiferencia.
Fuente: Dra. Gladys M. Convertini (Ponente del 34° Congreso Mundial del Pediatría